Una perra en celo plantea algunos retos a sus dueños, especialmente si se trata de su primera vez. Todos deben aprender a enfrentarse a su madurez sexual, tanto el propio animal como sus dueños. Este artículo explica cuánto dura el periodo de celo de una perra, cómo varia su comportamiento (incluyendo los machos de su entorno) en función de la fase del ciclo, y qué hacer cuando a tu perra «le venga la regla».
Primer celo en perritas
La mayoría de las perras tienen su primer celo entre el sexto y el duodécimo mes de vida. Sin embargo, algunas perras tardan un poco más y no entran en celo hasta los dos años. El momento en que una perra alcanza la madurez sexual depende de su tamaño, su desarrollo físico y su estado general. Una hembra grande y desnutrida, o si ha estado enferma, tiende a entrar en celo más tarde que una perra más pequeña y completamente sana. El peso corporal adulto es determinante para la madurez sexual. Una perra sin esterilizar experimentará el celo durante toda su vida. La ausencia de celo puede ser indicio de enfermedad, incluso en animales de más edad.
¿SABÍAS QUÉ?
La menopausia no existe en los perros. Los periodos de la perra serán menos frecuentes y los síntomas menos pronunciados. Pero las perras pueden quedarse embarazadas durante toda su vida.
¿Qué son el celo silencioso y el celo dividido?
El primer celo de una perra suele ser ligeramente inusual, ya que el animal acaba de alcanzar la madurez sexual, está en plena pubertad y el cuerpo aún no está completamente desarrollado, lo que puede provocar un celo silencioso, también llamado celo blanco. En este caso, los procesos hormonales típicos no causarán ningún signo externo, como hemorragias o hinchazón. Por lo tanto, la perra puede entrar en celo «silenciosamente» y volverse receptiva. En otros casos, los signos clínicos del celo aparecen al principio, pero cesan repentinamente poco después, para reaparecer unos días más tarde. Los veterinarios llaman a este trastorno del ciclo «celo dividido».Ni el celo silencioso ni el dividido son patológicos.
¿Sabías qué?
Los perros de tipo primitivo, por ejemplo, el Basenji, el Dingo o el Ridgeback tailandés, así como las razas caninas nórdicas, suelen entrar en celo una sola vez al año.
Causas por las que una perra no entra en celo
En caso de que tu perrita no entre en celo habiendo cumplido un año, no tiene por qué ser por una enfermedad. Algunos animales simplemente tardan un poco más, sobre todo si son más grandes, proceden de una mala ganadería o estuvieron enfermos de jóvenes. Algunos animales tienen un ciclo normal, pero sin los síntomas típicos (véase el celo silencioso). Aun así, deberías consultar a un veterinario como medida de precaución para descartar un problema de salud. Hay muchas causas posibles para que una perra no entre en celo. Entre los más comunes figuran:
- Disfunción ovárica
- Hipotiroidismo
- Hiperfunción suprarrenal
- Trastorno cromosómico congénito
¿SABÍAS QUÉ?
Si el celo de tu perra se prolonga demasiado o es muy corto, debes acudir al veterinario. Es el caso en el que la secreción sanguinolenta o la disposición al apareamiento duran más de tres semanas o si las fases de proestro y estro juntas duran menos de diez días.
¿Cuánto dura el celo de una perra?
La duración y la secuencia del celo es algo muy individual y varía en función de la perra. Sin embargo, independientemente del componente temporal, el ciclo de celo de una perra incluye cuatro fases:
Proestro: 3 - 17 días
Durante el proestro, la vagina de la perra se hincha y sangra. La perra empezará a llamar la atención a los perros macho, pero aún no está lista para aparearse. Muchas comienzan a marcar a intervalos cortos a lo largo de su ruta de marcha, de forma similar a los machos. Así es como informan a sus potenciales compañeros de apareamiento de su disposición a aparearse.
Estro: 3 - 21 días
La inflamación de la vulva disminuye y la secreción se vuelve acuosa o viscosa en lugar de sanguinolenta y amarillenta. Al comienzo del celo, normalmente en el segundo, tercer o cuarto día, la perrita está preparada para ser montada. El periodo fértil se denomina celo permanente y, durante esta fase, la perra está lista para aparearse.
Metoestro: 9 - 12 semanas
La vagina está completamente hinchada y el flujo desaparece. La perra seguirá oliendo de forma atractiva para los machos inexpertos, pero su interés irá disminuyendo. Normalmente ya no está preparada para aparearse. Dado que el nivel de progesterona permanece elevado durante unos 59 a 62 días tras la ovulación, independientemente de si la perra está embarazada o no, muchas experimentan el embarazo tras el celo.
Anestro (fase de letargo): varias semanas o meses
La fase de latencia es muy personal y puede durar distintos periodos de tiempo. La perra no mostrará signos de estar en celo. La fase latente finaliza con el inicio del proestro.
El celo en las perras: comportamiento y consejos
Aunque el ciclo sexual de una perra puede describirse con precisión, difiere en cada animal. Las transiciones entre las distintas fases pueden ser difíciles de reconocer, lo que implica que no sabrás cuándo estará tu perra lista para aparearse. Algunas hembras apenas muestran cambios de comportamiento, mientras que otras responderán de forma notable. Algunas perras experimentan el celo intensamente y también sufren falsos embarazos cada vez. Algunas olvidan su entrenamiento y es difícil o imposible que respondan a la llamada. Algunas son más cariñosas y quieren más mimos de lo habitual, e incluso pueden estar perezosas, melancólicas o perezosas. Otras se sobreexcitan y no se calman. Deberás observar atentamente a tu perra para detectar esos síntomas apenas perceptibles.
¿SABÍAS QUÉ?
No des por hecho que vayas a apreciar divisiones claras entre los días fértiles; la biología tiene una naturaleza muy elástica.
Estro: celo permanente
Durante la fase crucial del estro, la perra se mostrará interesada por sus admiradores. A menudo se queda quieta de buena gana y gira la cola hacia un lado. La mayoría de las perras intentan activamente entrar en contacto con los machos durante este periodo; incluso las más obedientes a veces se desconectan y huyen para asegurar la reproducción de su especie.
¿SABÍAS QUÉ?
Utiliza rutas tranquilas o pasea a tu perra a horas del día en las que haya menos perros. La correa es imprescindible, no sólo para evitar un embarazo no deseado, sino también para proteger a la perra de posibles accidentes. Cuando está en celo, los sentidos están algo «embotados» y una perra puede correr hacia un coche en busca de un admirador.
Metoestro: el momento del falso embarazo
Durante los dos o tres meses de metoestro, la perra suele perder todo interés por aparearse y se dedica a su embarazo, real o imaginario. Como el nivel de progesterona se mantiene elevado durante unos dos meses tras la ovulación, una perra puede tener un pseudoembarazo. Dependiendo de la interacción de las hormonas, una perra puede tener un falso embarazo más o menos pronunciado. Algunas producen mucha leche y se les hinchan los pezones; otras se vuelven más cariñosas de lo normal; algunas tienen más apetito y otras empiezan a construir nidos. Muchas llevan peluches y los lamen. A algunas perras les afecta tanto que parecen traumatizadas al no llegar las crías.
¿SABÍAS QUÉ?
Si tu perra se encuentra mal durante este periodo, ya que el falso embarazo le causa un sufrimiento importante, ponte en contacto con un veterinario.
Fase de latencia: la perra vuelve a ser la de antes
En la fase de anestro, la perra «vuelve a ser la de antes» y deja de mostrar anomalías de comportamiento. Volverá a reaccionar con normalidad a su entorno, las perras juguetonas volverán a jugar de nuevo, las tímidas volverán a ser reservadas y las estiradas volverán a ser quisquillosas.
Posibles síntomas de celo:
- mayor marcado
- mayor seguimiento de los machos locales
- vagina hinchada
- ladrar o morder a machos agresivos
- reticencia a volver al ser llamada
- gran apego y mimosidad
- pereza o inquietud
- sangrado
- aumento del lamido de los genitales
- secreción amarillenta, acuosa o mucosa
- cola girada hacia un lado
Comportamiento de los perros machos al estar cerca de hembras en celo
Si las hembras del vecindario están en celo, los machos no castrados mostrarán los siguientes comportamientos:
- inquietud
- ladridos, lloriqueos y/o aullidos
- pérdida de apetito
- tirones de la correa
- falta de voluntad parcial o total de volver al ser llamada de nuevo
Pañales higiénicos para perras en celo
Además de todos los retos mentales y organizativos a los que se enfrentan los propietarios de perras no esterilizadas, también hay algunos aspectos pragmáticos: ¿cómo hay que tratar el sangrado de una perra, especialmente alrededor de muebles de alta calidad o en un coche con un interior cuidado? Aunque la mayoría de los animales se limpian con frecuencia y en abundancia, puedes proteger los muebles y la tapicería del coche con mantas y ponerle pañales protectores a tu perra, sobre todo si sangra mucho o descuida su higiene en ocasiones. Los pañales higiénicos evitarán que cualquier secreción acabe en la alfombra, el sofá o la cama del perro. Lo ideal sería acostumbrar a la perra a este tipo de pañales con tiempo, ya que, de lo contrario, podría escabullirse rápidamente de la indeseable «ropa interior».
¡Atención!
Los pañales higiénicos no protegen contra el apareamiento y el embarazo.
¿Prueba de embarazo para perros?
A pesar de todas las precauciones, a veces hay accidentes. Si tu perra se ha escapado y quieres evitar crías no deseadas, debes actuar cuanto antes. Por desgracia, no existe ninguna prueba de embarazo para perras que se pueda utilizar en casa. Sin embargo, un veterinario puede tomar una muestra vaginal para determinar en qué fase del ciclo se encuentra la perra y si hay probabilidades de embarazo. Como medida de precaución, también puede hacerse una ecografía a las tres semanas.
Embarazo no deseado en perras
Si tu perra se ha quedado embarazada involuntariamente, existen varias formas de interrumpir el embarazo:
- Esterilización
- Posible hasta el 40º día de embarazo, pero lo antes posible por razones éticas. Durante la operación, también se extraen los fetos. Después de 40 días de embarazo, las complicaciones suelen
surgir porque el tejido del útero está muy irrigado de sangre y puede producirse una hemorragia de los ovarios. - Tratamiento con estrógenos
- Posible hasta tres días después del apareamiento no deseado. Los riesgos en este caso son la piometra (supuración del útero, potencialmente mortal) y daños en la médula ósea inducidos por la hormona.
- Inyección abortiva con prostaglandinas
- Una inyección entre los días 30 y 35 del embarazo provoca el rechazo del feto.
- Administración de inhibidores del gestágeno
- Administrado entre los días 25 y 45, es probablemente el método más seguro de aborto en perras. Los inhibidores del gestágeno bloquean los receptores nerviosos del propio organismo que mantienen el embarazo, lo que provoca la interrupción del embarazo en un plazo de uno a ocho días.
¿Pastillas anticelo para perras?
La medicina hace posible la supresión hormonal del celo para las perras; no en forma de comprimidos, sino de inyecciones. Sin embargo, muchos veterinarios lo desaconsejan porque, como ocurre con cualquier manipulación hormonal, puede provocar la supuración del útero (piometra) y tumores mamarios. También puede favorecer la diabetes. Si no se pueden evitar las inyecciones hormonales contra el celo, por ejemplo, porque también se tiene en casa un perro macho sin castrar, sólo se pueden inyectar durante la fase de reposo y nunca durante el celo, ya que de lo contrario se daña la mucosa uterina. Tampoco deben utilizarse como solución a largo plazo.
¿SABÍAS QUÉ?
Con el tiempo, el intervalo entre ciclos de celo y su duración se volverán regulares. Anota cuándo entra en celo tu perra, indicando el primer sangrado, el celo permanente y el final del celo. Esto te facilitará la planificación de tus vacaciones o las visitas a propietarios de mascotas con un perro macho sin castrar.
Conclusión
Una perra suele entrar en celo dos veces al año y sufre cambios de comportamiento (que pueden ser graves) durante ese periodo. Muchos dueños de mascotas viven el «celo» como una fase estresante que incluye un desafío en cada paseo y antiestéticas mantas protectoras en la casa y el coche. Si los síntomas acompañantes (como un embarazo traumático o reacciones psicosomáticas especialmente graves en la perra) son limitados, deben evitarse intervenciones definitivas como la castración o las inyecciones hormonales. Con los conocimientos necesarios y algunos consejos prácticos, podrás superar bien el periodo de tu perra. Al fin y al cabo, se trata de un proceso natural.